Y así te hable del exilio de mi mente
Forzado entre el verbo maltrecho
Malgastado de la indiferencia insólita del presente
La lagrima olvidada, dulce amargo
Y mis versos no te claman como antes
Haciéndoles a un lado la terquería
(por exigua frente)
Y en acto, así como ocultos
Culpables
Te guardo una vez más
Y me quiebro las rodillas de solo pensarte
Vagando en mis arboledas sedentarias
Que no creen
Porque así me marcaron las manos y los ojos
Y ciega te clamo el canto lejano