Hoy encontré la distancia de tu cuerpo
De tu compañía
Y del anhelo
Heme aquí a una de lejanía y pareciese que fuese eterno
Ya cumplí la sentencia de perecer en tu boca
De ser objeto de tus cuatro burlas, del vaivén de tus sentimientos y tu fragilidad infante
Porque me llego el día del juicio y la condena tuya
Baile para ti las formas, regrese e injurie el axioma
Cubrí tu andar florido y te recordé la vida
Haciéndome la terca, temiendo perderte
Y ya no quiero habitarte el desvelo
Alimentarte los vapores
Así regreso conmigo al claustro y al pensarte me sangran las letras
Me abrazo
Te absuelvo del presente
De mis lamentos y mi pecho
¡Ay! de mi resolución de devolverte a las aguas y mis lagrimas
De tornarte pardo, de imaginarte hecho solo uno con el viento
¡Ay! niño hoy así pálido te entrego
Amoratados mis cantos de tantos versos imberbes
Porque me cruje la carne entre tanto desprecio
Me torne masoquista y me rendí haciéndome un monstruo Por el tan solo hecho del deleite de disfrutarte el rostro.
Y pasa el tiempo... ¿aun te desangras en tus letras? te ilumina tu niño, supongo que este terreno ya no ttuyo.te habita.
ResponderEliminarY pasa el tiempo... ¿aun te desangras en tus letras? te ilumina tu niño, supongo que este terreno ya no ttuyo.te habita.
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