martes, 6 de septiembre de 2016



El muchacho

me observa
               creyendo que del otro lado el dardo del rostro               no recaería sobre el
le mire cruzando las piernas
entretejiendo su perfume
aroma clandestino, indecente y casi violento
hacías el loco y volteabas imaginandome cerca
te colaste como veneno,avivando la sangre antes de la caída de bruces y el  crujir de la carne antes de la muerte
me desmientia entre el vértigo del amorío impuro
      
          y así deslucido bebes un trago, la misma hiel del deseo, amargo, calando el vacio que traias de aventuras pasadas
             y te vas, lleno de vapores, miserable
 añorando el momento oportuno
para luego ignorar
 muchacho
y asi sin mas regresas perpetuo a tus amarguras

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